sábado, 18 de abril de 2009

" JULIO FLÓREZ" 1.863-1.923 Por Fernando Benedetti


JULIO FLÓREZ

Poeta boyacense (Chiquinquirá, mayo 22 de 1863 - Usiacurí, Atlántico, febrero 7 de 1923). Julio Flórez fue el séptimo de los diez hijos del médico liberal Policarpo María Flórez, presidente del Estado Soberano de Boyacá en 1871, y de Dolores Roa de Flórez, dama perteneciente al partido conservador colombiano.
Educado bajo estricto control religioso en los colegios de Chiquinquirá, nacionalmente conocida como la Villa de los Milagros, y sede de la Orden Dominicana de sacerdotes católicos que administran la fe de los creyentes en el poder sobrenatural de la Virgen del Rosario, llamada la Patrona de Colombia, Julio Flórez recibió el don de la poesía, al igual que sus hermanos, entre los que se destacaron el médico Manuel de Jesús, el abogado Leónidas y el ingeniero Alejandro A. Flórez.
Julio Flórez tuvo que interrumpir sus estudios por las guerras civiles volvían difícil la situación económica. Comenzó a frecuentar los ambientes literarios donde entabló relaciones con personas de gran valor artístico y humano, como el poeta Candelario Obeso, quien no solamente recibió el rechazo general por su raza, sino también por refutar los cánones de vida ordenada impuestos por la Iglesia y la sociedad Bogotana.
En 1884 Candelario Obeso se suicidó y en su sepelio el joven Julio Flórez, de 17 años, exaltó su memoria en versos emocionados. Esta primera irrupción en la tribuna pública marcó el principio de su carrera. En 1886 su nombre apareció entre los bardos consagrados en la antología poética La Lira Nueva, publicada por José María Rivas Groot. A partir de 1887 y tras la muerte de Leónidas, Julio Flórez dejó la casa fraterna y comenzó una vida independiente, sosteniéndose con el producto de su actividad artística, que en Colombia ha sido siempre mal reputada y peor remunerada. Así, atravesó una larga etapa de "hambres de poeta" como él la describiría posteriormente. Su gran orgullo político no le permitió claudicar de sus convicciones liberales para aceptar posiciones ofrecidas por el gobierno conservador, como un puesto en la Biblioteca Nacional o un consulado en el exterior. La racha de infortunios familiares continuó con la tragedia protagonizada por su hermano Alejandro A. en 1891.En 1892 murió el padre, en medio de hondas amarguras personales y de decepciones políticas producidas por el desastre que, según el partido liberal, significaba el gobierno de la Regeneración
En 1883 Flórez publicó su primer libro de poesía, Horas, cuyo título le sugirió José Asunción Silva. Su fama como trovador y personaje romántico seguía creciendo. En 1895 ya había logrado superar las dos grandes desventajas del hombre colombiano: el ser provinciano y el ser pobre. Su valor personal y su arte lo habían colocado muy alto en el panorama cultural, los críticos locales más exigentes se ocupaban de su obra, su presencia era solicitada en los círculos exclusivos de la sociedad capitalina.Flórez se había convertido en el bardo de moda, amado por el pueblo porque sabía pulsar la fibra de los sentimientos de su raza. Sin embargo, su falta de cuidado y su generosidad en la entrega de sus producciones repentinas, a "tipleros y serenateros", originó que muchos poemas no terminados ni corregidos ni pulidos fueran publicados sin su permiso y siguieran circulando, lo que ocasionó un menoscabo en el nivel de calidad de su obra. Sobre este tema el severo crítico Maximiliano Grillo dijo, en 1895: "Admiramos en Flórez el poeta natural que hace estrofas armoniosas, de contornos puros, compuestas no al calor de una inspiración desordenada, sino en horas de recogimiento, cuando parece olvidarse del aplauso pasajero".
Flórez fue señalado como sacrílego, blasfemo y apóstata. Estando en el punto culminante de su carrera literaria, subió al poder, en 1904, el caudillo militar general Rafael Reyes, quien ante la ola de murmullos en su contra, le "aconsejó" abandonar el país. En 1905 Flórez tuvo que salir de Bogotá, ciudad amada y cantada en sus más hermosas rimas. Se dirigió a la Costa Atlántica, luego a Caracas, y de allí inició una gira poética por los países centroamericanos que se prolongó por dos años (1906-1907), en medio del clamor general de sus éxitos, hasta que, estando en México y dispuesto a regresar a Colombia, el general Reyes lo nombró segundo secretario de la Legación de Colombia en España, hacia donde partió en agosto de 1907. Adquiridos a su regreso de Europa lo obligaron a regresar a la capital, después de cinco años en el extranjero. Allí se presentó en una función de bienvenida en el Teatro Colón, durante las celebraciones del primer centenario de la Independencia de Colombia (1910). Fue acogido calurosamente por la crítica y volvió a obtener un grandioso éxito con su público de todas las categorías.
Así, el 14 de enero de 1923, al borde del sepulcro, Julio Flórez obtuvo un honor retrasado por treinta años. Pocos días después de esta forzada ceremonia, el poeta del pueblo colombiano murió rodeado de sus familiares y amigos, el 7 de febrero. Julio Flórez ha pasado a la historia como un bardo popular, que supo interpretar los amores y los dolores de la raza colombiana bajo temas. Absolutos como la naturaleza, la madre, la patria, la amada y la muerte. Su fama como "el último becqueriano", según palabras de Max Henríquez Ureña, ha desbordado las fronteras nacionales.


" BODAS NEGRAS"


Oye la historia que contóme un día
el viejo enterrador de la comarca:
era un amante a quien por suerte impía
su dulce bien le arrebató la parca.

Todas las noches iba al cementerio
a visitar la tumba de la hermosa;
la gente murmuraba con misterio:
es un muerto escapado de la fosa.

En una horrenda noche hizo pedazos
el mármol de la tumba abandonada,
cavó la tierra... y se llevó en los brazos
el rígido esqueleto de la amada.

Y allá en la oscura habitación sombría,
de un cirio fúnebre a la llama incierta,
dejó a su lado la osamenta fría
y celebró sus bodas con la muerta.

Ató con cintas los desnudos huesos,
el yerto cráneo coronó de flores,
la horrible boca le cubrió de besos
le contó sonriendo sus amores

Llevó a la novia al tálamo mullido,
se acostó junto a ella enamorado,
y para siempre se quedó dormido
al esqueleto rígido abrazado.

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