SIN PUNTOS NI COMAS.
Vi la máscara,
tenía los ojos puestos
tristes y funestos
enterrados en el fondo
de una grieta
de cartón y paja.
Parecían reírse en la ignorancia,
tenia fragancia de flores muertas,
con sus manos frías me tocaba,
no tenia forma ni contraste,
invisiblemente un sueño
como manto la cubría.
No la escuchaba, algo me decía,
me tentaba con una luz siniestra
caminando sobre espinas encendidas,
en ese instante me sentírodeado del silicio.
Las huellas de la muerte me seguían,
no me daban tregua,
ya me alcanzaban,
las plantas de mis pies.
Se adherían a la tierra,
sudaba, y una luz muy fuerte
me despertó,
soñé con la muerte,
creyendo que la muerte no existía.
Carlos Alfonso Uribe. 7/7/09
domingo, 29 de marzo de 2009
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